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Los hábitos de la gente altamente efectiva

Los hábitos de la gente altamente efectiva

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva es un libro de Stephen R. Covey que se considera uno de los libros de management más influyentes del siglo XX. Se publicó el 15 de agosto de 1989 y más de 30 años después sigue vigente su contenido.

Básicamente, nuestro carácter está compuesto por nuestros hábitos. Los hábitos son factores poderosos en nuestras vidas. Dado que son pautas consistentes, a menudo inconscientes, de modo constante y cotidiano expresan nuestro carácter y generan nuestra efectividad… o inefectividad.

Vamos a ver más a fondo esos siete hábitos que tiene la gente que resulta ser altamente efectiva. Aunque hay personas más afines a cada uno de esos hábitos, todos pueden entrenarse, de modo que resulta esencial practicarlos para, de este modo, poder conseguir más y mejores metas. Estos hábitos aparecerán numerados desde el 1 y hasta el 7 para favorecer la lectura.

Los 7 hábitos no son un conjunto de partes independientes o fórmulas fragmentadas. En armonía con las leyes naturales del crecimiento, proporcionan un enfoque gradual, secuencial y altamente integrado del desarrollo de la efectividad personal e interpersonal. Nos mueven paulatinamente sobre un continuo de madurez, desde la dependencia hacia la independencia y hasta la interdependencia.

1. Sé proactivo

La proactividad es una de las características más demandadas por las personas encargadas de la gestión de recursos humanos. Y es que, tomar la iniciativa en diferentes situaciones es más que necesario para conseguir ser efectivo.

Las personas proactivas se adelantan a los problemas, buscando soluciones. De esta forma, siempre que llega un imprevisto, están preparadas para hacer cambios y mejorar. Así, la idea es pensar siempre cómo mejorar y buscar puntos de optimización en diferentes cuestiones, en lugar de esperar a que los problemas lleguen. El ser proactivo requiere un pensamiento positivo, siempre puesto en el medio y largo plazo, con flexibilidad y aceptando puntos de mejora, así como críticas constructivas.

2. Empieza con un fin en mente

El fin, el objetivo, aquello para lo que se trabaja es lo que ayuda a tener un foco. Estar enfocados en un propósito es totalmente necesario para conseguir los objetivos. No se puede trabajar por trabajar, sin saber qué es lo que se pretende con cada una de las acciones.

Este hábito debería ser el que primero se planteara cada persona. ¿Qué es lo que se pretende conseguir? A partir de ahí, se podrá decidir qué tiene importancia y qué es urgente, cómo crear un equipo con el que trabajar en sinergia, quiénes se benefician en el ganar-ganar, en qué áreas hay que estar afilando la sierra o cómo se puede ser proactivo para el propósito.

3. Establece primero lo primero

Las prioridades son otra de las claves. Las tareas siempre tienen un grado de urgencia y un grado de importancia. Siempre es mejor primar la importancia a la urgencia y, a partir de ahí, establecer qué se va a realizar primero. Este es uno de los hábitos más frecuentes en estas personas y que mejores resultados ofrecen, tanto para la vida laboral como para la personal.

Además de hacer que todo tenga más sentido, incidir en las tareas importantes para la vida será lo que ayude a establecer, precisamente, esas prioridades vitales. El resto de personas que no siga este patrón estará priorizando tareas no importantes y así, seguirá viviendo el resto de su vida.

4. Piensa siempre en ganar-ganar

Este término que acuñaron los ingleses habla de la cooperación para el beneficio mutuo. Cuando una persona exitosa piensa en su éxito personal, siempre hay un éxito paralelo para otra persona o para un sector de la población.

La creencia de que para ganar uno otro tiene que perder es algo totalmente obsoleto y que está en el pasado. Por eso, lo que ahora funciona es el win-win.

5. Procura primero comprender y después, ser comprendido

La empatía es fundamental. Una vez que las personas son capaces de entender la situación, será también más probable que la toma de decisiones sea la idónea. Hay una idea errónea en la figura del líder o del exitoso, en el que parece que él habla y el resto escucha.

Las personas que buscan ser realmente efectivas primero entienden y analizan la situación. Cuando han considerado todos los puntos de vista posibles, es cuando intentan dar su opinión personal.

6. Sinergia

La sinergia se basa en cooperar, en trabajar en conjunto con el resto de personas. Una persona efectiva es aquella que sabe manejar un trabajo cooperativo donde intervienen varias personas, a la vez que delega.

Así, a veces hay una idea errónea de que las personas efectivas lo hacen todo por sí mismas. Nada más lejos de la realidad. Son las que saben cómo sacar el máximo partido al trabajo en equipo, en el que cada uno se encarga de las tareas que más sencillas le resultan.

7. Afila la sierra

Esta expresión hace referencia a la superación personal. A modo de ejemplo, se puede considerar a un leñador cuya sierra ya no está afilada. En ese momento, su trabajo será altamente costoso y, si invirtiera un tiempo pequeño en afilar la sierra, podría serrar más árboles en el mismo tiempo.

Por tanto, este segundo hábito es el de las personas que están en continua formación, que siempre buscan mejorar y aprender nuevas habilidades. Una pequeña inversión de tiempo en sí mismas les llevará a ser más efectivas en el futuro.

Los hábitos 1, 2 y 3 tienen que ver con el autodominio. Llevan a una persona de la dependencia a la independencia.

Cuando uno se vuelve verdaderamente independiente, posee ya una base para la interdependencia efectiva. Posee un carácter de base a partir del cual se puede obrar con más efectividad sobre la personalidad, el trabajo de equipo, la cooperación y la comunicación, de los hábitos 4, 5 y 6.

El hábito 7 es el hábito de la renovación: una renovación regular y equilibrada de las cuatro dimensiones básicas de la vida.
En definitiva, practicando estos siete hábitos está garantizado el ser una persona más efectiva. La clave está en conseguir adaptarlos, poco a poco, en el día a día para que, después, sea posible realizarlos de forma inconsciente y natural.

Los siete hábitos de la gente altamente efectiva

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