Entrevista con Terele Pávez

Periódico Gente Valencia
Número 69 – año 2
Del 8 al 14 de mayo de 2009

Nos encontramos con Terele Pávez en el céntrico barrio del Carmen durante una breve pero intensa estancia en nuestra cuidad con su hijo Carolo.
Recientemente, y después de una ausencia de 10 años, ha vuelto al teatro para encarnar el papel de una duquesa lesbiana en “La duquesa al hoyo y la viuda al bollo” de Iñigo Ramírez de Haro, cuñado de Esperanza Aguirre. La historia parte de la muerte de la Duquesa de Villa Sodomia, tras la cual su secretaria y amante, su primogénito y otros personajes van a enfrascarse en una lucha por conseguir su fortuna. Una comedia disparatada y que se acerca al surrealismo para hablar de los vicios de la aristocracia.
Esperamos que se estrene pronto en Valencia y tengamos la oportunidad de verla en nuestra cuidad.

Has trabajado con grandes directores del cine español e internacional. ¿Con cuál te quedas?
Es imposible quedarse con uno. Con todos los directores has sufrido, gozado y todos te dejan una huella. Eso si, siempre hay algunos con los que frecuentas más su amistado como Álex de la Iglesia. Resumiendo, todos ellos me han enseñado y de todos he aprendido. Aunque parezca una tontería, pero es cierto.

En tu trayectoria profesional podríamos destacar dos grandes etapas: tus comienzos con Berlanga, cuando eras apenas una cría, y tu vuelta al mundo del cine con Álex de la Iglesia. ¿Qué destacas de cada época?
Cuando tienes 12 años, todo es magia, alegría. El despertar. Después llega “El día de la bestia”, muy divertida, con un director muy decidido, de decisiones rápidas, muy seguro y que no tenía miedo a nada. En ese momento descubres una forma muy distinta de trabajar y es el momento de poder mirar los árboles sin que el bosque te distraiga. Empieza uno a ser consciente de que existe la sabiduría. No que la poseas, pero sí eres consciente de que existe.

Ahora hablemos de compañeros, ¿Cómo es el mundo del espectáculo desde dentro?
Yo me he llevado siempre bien con todo el mundo. Yo he tenido bobadas con gente, pero nada serio. Tengo amigos y recuerdos maravillosos, ya que es una profesión con gente muy sensibilizada para todo, que tienen una magia especial. También son muy generosos, sorprendentes, con mucha sensibilidad, a los que todo les afecta y que aportan muchísimo a las personas. Tengo amigos y recuerdos maravillosos.

Has trabajado en cine, teatro y televisión. ¿Dónde te sientes más cómoda?
Estoy cómoda en todos, pero hay uno que es “la bomba” y que es el teatro. Todo tiene algo especial y su magia, pero el teatro es otra cosa.

Has tenido la oportunidad de interpretar papeles de mujeres con mucha personalidad: Jerónima en ‘Requiem por un campesino español’, a Régula, en ‘Los Santos Inocentes’, Reyes con ‘La mala uva’, y Celestina; el último en televisión de doña Pura, la madre de Imanol Arias en ‘Cuéntame’, entre otros muchos. ¿Con cuál te quedas?
Tengo un cariño especial por la Régula de ‘Los Santos Inocentes’. Una mujer que se me ha quedado como una amiga. Un personaje muy real de una España que me encanta. Mujeres muy sencillas, pero muy auténticas. Buenas esposas, ahorrativas, que luchan por todo.

Siempre te vemos con Carolo, tu hijo. Formáis un buen equipo y no es algo común entre madre-hijo en los tiempos que corren, ¿cuál es la base?
Nos hemos acostumbrado a estar juntos y a compartirlo todo. Él me cuida. Ahora cuando voy a los sitios me canso y él se ha convertido en la persona que me lleva. Siempre he sido una madre que le ha dado libertad para hacer todo lo que quisiera y esto ha hecho que se quedara en casa. Si fuera una madre absorbente todo habría sido distinto.

Háblanos de los Premios. ¿Siempre llegan cuando deben?
Es un misterio maravilloso. Yo tengo muchos y siempre es muy bonito recibirlos. El hecho de que te lo den es algo muy especial y no sólo para ti que los recibes, sino para los que te rodean que ellos suelen ser los que más sufren.

Entrevista y foto realizada por:
Ramón Rautenstrauch

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